La honestidad es uno de los valores que más se ha perdido en
nuestra vida moderna. Shakespeare dijo que ser honesto, tal
como va el mundo, es escoger a un hombre entre diez mil y
Cicerón afirmó que la honradez es siempre digna de elogio, aun cuando
no reporte utilidad, ni recompensa, ni provecho.
Como padres, nuestra tarea es conducir a nuestros hijos hacia un
compromiso serio con la moral, con la verdad, y que desarrollen una
conciencia fuerte en cuanto a esta virtud tan importante. La honestidad
no puede ponerse como mano de barniz, superficialmente. Debe apli-
carse desde muy temprana edad hasta la madurez adulta y como parte
de un desarrollo completo e íntegro en la formación de nuestros vás-
tagos.
Paúl Lewis dice que la identidad psíquica y moral de un niño comienza
a formarse alrededor de los dos años de edad. Todo lo que nosotros
digamos o hagamos servirá de ejemplo y como los hijos son imitadores
natos debemos cuidar nuestras actuaciones y normas con la integridad.
Recuerde que ellos en sus primeros años no distinguen entre el bien y
el mal, sólo temen a las consecuencias. Es decir, que obedecen por el
hecho de agradar.
Es importante que nuestros hijos vean la forma honesta como ac-
tuamos en las diversas circunstancias de la vida. Ellos reconocen nues-
tras faltas y si no las aceptamos no les estamos dando la pauta correcta.
Por ejemplo si usted les promete llegar a determinada hora y no cumple;
si ofrece llevarlos al cine y no lo hace, si dice mentiritas blancas para
adular a alguien o para justificar o evitar alguna inconveniencia; si no
paga sus impuestos correctamente; si no es fiel con su cónyuge; si se
queda con cosas olvidadas y no las reporta; si no respeta las leyes de
tránsito (pasarse con la luz roja o conducir muy rápido).
Enfatice el hecho que el ser honesto ayuda a sentirnos bien, agrada
a Dios, a los padres y a todos. Muéstrele a su hijo ejemplos y discuta
qué haría: a) Si encontrara un billete o una billetera en la calle, en una
tienda o en un auto o si le hubieran dado más cambio por equivocación.
b) Si no supiera una respuesta en los exámenes, se atrevería a copiar
o no. c) Si viera a alguien robar en el supermercado. d) Si fuera testigo
de un asalto o de un crimen. e) Si ha estado en un lugar prohibido. f) Si
ha hecho alguna cosa deshonesta con otros. g) Si ha robado algo de la
casa o del dinero de los padres. h) Si ha usado identificación o tarjetas
de otros. i) Si ha consumido alcohol o drogas.
La honestidad es saludable en la escuela, hogar, matrimonio, comu-
nidad y gobierno. La honestidad deberá marcar la conciencia sensible
del niño para evitar la deshonestidad a toda costa y mejorar este mundo
que lo pide a gritos.
Agosto, 2004.
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